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Tu programa

DÍA 1

• Salida de su hotel hacia Bretaña. Llegada a Dinan, visita de la ciudad y almuerzo en una crepería. A continuación, se dirigirán a Dinard para dar un paseo de una hora por el sendero costero y admirar las villas catalogadas.
• Tomará la carretera hacia Saint Malo pasando por la presa de Rance y su fábrica de mareas. Una vez allí, descubrirá las murallas y el centro de la ciudad antes de cenar, por qué no un sabroso plato de marisco.
• Pasará la noche en un hotel *** de Saint Malo con desayuno incluido.

DÍA 2

• Después del desayuno, saldrá de Saint Malo y se dirigirá a Cancale por la carretera de la costa. Se detendrá en la Pointe du Grouin para contemplar el Mont-Saint-Michel y los criaderos de ostras que ofrecen un panorama impresionante.
• Llegará al pequeño puerto de Cancale para degustar ostras frescas y una copa de muscadet. Tras esta pausa gastronómica, continuará por carretera para llegar al Mont-Saint-Michel a mediodía.
• En el Mont-Saint-Michel, podrá visitar su abadía y pasear por sus calles empedradas y sus murallas. Regreso a París y llegada al hotel hacia las 9:00pm.

Dinan:

Imprescindible ciudad medieval bretona, Dinan domina las aguas tranquilas de la Rance. A lo largo de sus calles empedradas o a lo largo del río, la ciudad y sus alrededores se visitan con suavidad para disfrutar de una naturaleza y un patrimonio excepcional.

Dinard:

Estación balnearia reconocida, especialmente por los británicos y los americanos, por sus villas de la Belle Époque y el Festival de Cine Británico que se celebra allí cada año desde los años 90. Con sus numerosas villas clasificadas que datan de los años 1900 y 1910, su casino y sus animaciones culturales, se considera una de las estaciones balnearias más prestigiosas de Francia.

Central mareomotriz de la Rance:

La central mareomotriz de la Rance es una central eléctrica francesa que utiliza la fuerza de las mareas para generar energía. Se encuentra en el estuario de la Rance, entre las localidades de La Richardais y Saint-Malo, en Ille-et-Vilaine, al noreste de Bretaña. Con una capacidad instalada de 240 MW, fue la central mareomotriz más grande del mundo durante 45 años, desde su puesta en servicio en 1966 hasta el 4 de agosto de 2011, cuando fue superada por la central mareomotriz de Sihwa en Corea del Sur, ligeramente más potente (254 MW instalados).

Saint Malo:

Ciudad corsaria, capital del mar, joya de la Costa Esmeralda... sea cual sea el adjetivo que se le atribuya, Saint-Malo siempre ha sido, a lo largo de su historia, el punto de encuentro de todas las aventuras, de todos los sueños...

Más que un espectáculo, las mareas marcan el ritmo de la vida cotidiana de los malouinos. Aquí, el mar ofrece en cada momento un paisaje diferente, barrido dos veces al día por el ir y venir de la marea.

En la luna llena o la luna nueva, la atracción está en su apogeo. Los coeficientes de marea suelen superar los 100. Los pescadores y ostricultores se afanan entre el flujo y el reflujo, siempre con la hora de la marea en mente.

Cada seis meses, cerca de cada equinoccio (marzo-abril y septiembre-octubre), las mareas son aún más fuertes. Son las famosas mareas de equinoccio tan esperadas por los pescadores a pie, ya que el mar se retira particularmente lejos. Pero también son muy temidas por los residentes de la costa, ya que los riesgos de inundación en el momento de la marea alta son frecuentes.

Punta del Grouin

La Punta del Grouin en Cancale es el promontorio rocoso más avanzado del departamento, ofreciendo un magnífico panorama. Al este, la vista se pierde en la bahía del Mont Saint Michel y en las costas de la Mancha, mientras que al oeste se aventura en una serie de playas de arena rubia intercaladas con costas y promontorios.

También es desde aquí que parte cada 4 años la mítica carrera en mar, la Route du Rhum, con destino a Pointe-à-Pitre.

Cancale: (la perla de la Costa Esmeralda)

Este bonito puerto se saborea tanto con la vista como con el paladar. Elegido sitio destacado del gusto, Cancale es desde hace mucho tiempo conocida por sus ostras y mariscos. Un valor indudable, estas delicias yodadas se aprecian contemplando la maravilla que es el Mont Saint-Michel, encajado en medio de la bahía.

Mont Saint Michel:

La arquitectura del Mont-Saint-Michel y su bahía lo convierten en el sitio turístico más visitado de Normandía. El Mont Saint Michel fue clasificado como monumento histórico en 1874 y desde 1979 figura en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO.

El Mont Saint Michel, construido entre arena y cielo, fue una de las más fabulosas realizaciones de la Edad Media. Sin duda, quedarás asombrado por la proeza de su arquitectura monástica que parece emerger de las aguas de la bahía. Descubrirás, durante este circuito, la ciudad medieval, la Abadía del Mont Saint-Michel, lugar de peregrinación en la Edad Media, así como todos los lugares que la hacen famosa.

Nuestro guía te recomendará las direcciones imprescindibles del sitio. Dispondrás de tiempo libre para visitar el Mont Saint-Michel: admirar la bahía, pasear por las murallas, recorrer las empinadas calles del pueblo.

Descubrir el Monte Saint-Michel